miércoles, 29 de mayo de 2013

Florence Nightingale






Las mujeres desde el inicio de los tiempos han trabajado dentro y fuera del hogar aunque esta haya sido una realidad invisibilizada.
A lo largo de la historia, el saber oficial y el ámbito del trabajo  como fuente de ingresos, estaba en manos masculinas ya que las mujeres no tenían acceso a estos espacios .  El trabajo femenino, en la Edad Media, más común era el de criada y/o tareas rurales, en la mayoría de los casos   retribuido mediante casa, ropa y comida. 
Las mujeres, más adelante en el tiempo, comenzaron a realizar trabajos como: parteras, enseñanza en conventos, cuidadoras de enfermos, pero sin ningún o muy poco reconocimiento. Las pocas mujeres que estudiaban lo hacían en sus casas o en  conventos, formando parte de algunos círculos literarios y filosóficos.
Es a partir del siglo XVIII con la Industrialización, que  la mano de obra femenina en fábricas comienza a ser una realidad, aunque  con jornadas de hasta 12 horas y con salarios inferiores a los de los hombres.
El cuidado de los enfermos estaba desarrollado generalmente por distintas ordenes religiosas.
Es en el Siglo XIX, cuando comienza a desarrollar su actividad Florence Nightingale quien es recordada por su trabajo como enfermera durante la guerra de Crimea, por su contribución a la reforma de las condiciones sanitarias en los hospitales y por la reivindicación del trabajo de las mujeres.
Florence siempre se interesó por las matemáticas, y a pesar de que sus padres, de clase alta británica, no lo aprobaban, pudo estudiar aritmética, geometría y álgebra siendo tanto alumna como maestra muy destacada.
 Desarrolló un interés en los temas sociales de su época pero en 1845 su familia se oponía firmemente a su idea de adquirir experiencia en un hospital. La enfermería no era considerada una profesión adecuada para una mujer educada.
Mientras Florence realiza un viaje por Europa y Egipto , tiene la oportunidad de estudiar  distintos sistemas hospitalarios. En  Alejandría, en Dusseldorf y en París comienza su entrenamiento.  A su regreso a Londres , tomó el puesto sin paga de Superintendente en un Hospital para damas.
En 1854  Gran Bretaña, Francia y Turquía le declaran la guerra a Rusia en la llamada Guerra de Crimea. Ante la deficiencia del sistema de Salud el Gobierno le pidió a Florence que se convirtiera en enfermera-administradora para supervisar la introducción de enfermeras en los hospitales militares. Llegó a Escutari, un suburbio asiático de Constantinopla (hoy Estambul) con 38 enfermeras el 4 de noviembre de 1854
Firme e infatigablemente se ocupó de su trabajo con tal criterio, autosacrificio, valor, ternura , con una actitud tranquila y sin ostentación que se ganaba los corazones de todos aquellos a quienes sus prejuicios de oficiales no les impedían apreciar la nobleza de su trabajo y de su carácter.
Aunque ser mujer implicaba que Nightingale tenía que luchar contra las autoridades militares a cada paso, fue reformando el sistema hospitalario. Enfermedades como el tifus y el cólera implicaban riesgos enormes para los soldados. Recolectó datos y organizó un sistema para llevar  registros. Sus conocimientos matemáticos  se volvieron evidentes cuando usó los datos que había recolectado para calcular la tasa de mortalidad en el hospital. Estos cálculos demostraron que una mejora en los métodos sanitarios empleados, produciría una disminución en el número de muertes. Para febrero de 1855 la tasa de mortalidad había caído de 60% al 42.7%. Mediante el establecimiento de una fuente de agua potable,  así como alimentación adecuada  y equipamiento hospitalario lo hicieron posible.
Nighingale usó la  información estadística para crear Programas hospitalarios en el frente de guerra. Culminada ésta, con la derrota de Rusia, estas estadísticas sirvieron para mejorar los sistemas de Salud de todos los hospitales públicos de Gran Bretaña,  por lo que Florence recibió múltiples reconocimientos.
En 1860 se abrió la Escuela de Entrenamiento y Hogar Nightingale para Enfermeras en el hospital de St. Thomas en Londres, con 10 estudiantes. Con la fundación de esta escuela Nightingale había logrado transformar la mala fama de la enfermería en el pasado
Casi durante el resto de su vida Florence estuvo postrada en cama debido a una enfermedad contraída en Crimea, lo que le impidió continuar con su trabajo como enfermera. No obstante, la enfermedad no la detuvo de hacer campaña para mejorar los estándares de salud; publicó 200 libros  y reportes . Una de esas publicaciones fue un libro titulado Notas sobre enfermería (1860). Este fue el primer libro para uso específico en la enseñanza de la enfermería y fue traducido a muchos idiomas y  donde explicó en detalle cómo crear ambientes propicios para el bienestar y la recuperación de los pacientes y brindó consejos útiles, contrapuestos a las creencias que predominaban en ese momento. La combinación de prácticas acertadas y de sentido común es una de las características de su metodología, que incluso hoy, después de tantos avances en el ámbito de las ciencias médicas y de los servicios de salud, conserva todas sus ventajas inherentes.
Nightingale murió el 13 de agosto de 1910 a los 90 años.
El ejemplo de Florence ha sido y sigue siendo fuente de inspiración para innumerables enfermeros en todo el mundo. En 1912, se creó una medalla en su honor para reconocer a los enfermeros y enfermeras y a los auxiliares de enfermería que han prestado servicios excepcionales a los enfermos y heridos durante una guerra o un desastre natural.
Hoy, las mujeres han cambiado su manera de intervenir en la sociedad, el acceso al trabajo asalariado es un paso hacia la libertad y dignidad ; toman control de sus vidas y como promotoras de cultura dentro de la familia, han llegado a adquirir otra forma de responsabilidades  .
 Las mujeres establecen su identidad y transmiten este entendimiento a sus medios sociales a través del trabajo. Ante estos escenarios, se convierten en mujeres activas, que promueven una resistencia que las hace protagonistas de sus luchas,  en carreras responsables y respetables gracias al legado de pioneras como Florence Nightingale



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6 comentarios:

  1. Lindo homenaje a una de las madres de la enfermería de hoy, aun se tienen muy en cuenta sus enseñanzas.
    Antes la enfermería estaba en manos de personas sin ninguna formación.

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  2. Gracias Oliva. Increíble la vida de esta mujer. Todo lo que logró en condiciones tan desfavorables.

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  3. Conocía su historia, pero no con tanto detalle ; donde prevalece la inteligencia, perseverancia y capacidad de dar de Florence. Cada nota que leo, es una grata sorpresa!!!

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  4. Gracias Alejandro ! Justo cuando me pidieron que escribiera un editorial sobre las mujeres y el trabajo ( para el Dia del trabajo ) se me ocurrió investigar sobre esta increible mujer. Una vida apasionante.

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  5. ¡Me encantó! ¡Excelente homenaje a una mujer singular! Compartí tu crónica en facebook para que sea leída. ¡Vale la pena!

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  6. Gracias Alfa !!!!! Que valiosas estas mujeres para la humanidad ! Son historias muy impresionantes !

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