Desandando las calles de Puerto Madero y observando
los nombres de las mujeres importantes con las que han sido denominadas esas calles, ( Victoria Ocampo, Regina Paccini
de Alvear, Lola Mora y otras muy reconocidas ), llamó mi atención una, llamada
Aimé Painé, ya que no tenía una idea muy clara acerca de quién había sido esa
mujer, por lo que me dediqué a investigar y aquí está el resultado de la
investigación.
Mujer mapuche.
Nacida en 1943, en la ciudad de Ingeniero Huergo, provincia
de Río Negro, con el nombre de Olga Elisa Painé, ya que las
leyes racistas de aquellos años no permitían los nombres indígenas, fue separada a los tres años de su familia, y
adoptada por un matrimonio de muy buena posición económica de Buenos Aires. La
enviaron al Colegio María Auxiliadora de Mar del Plata donde sufría por ser una
niña india que no sabía muy bien cual era su origen. Se destacó siempre por su hermosa voz e integraba junto a
las monjas, coros de Canto Gregoriano.
Más tarde estudió canto en Academias y Conservatorios. A partir de 1972 integró
el Coro Polifónico Nacional. Posteriormente, viajó al Sur buscando sus raíces
donde descubrió que pertenecía a la etnia mapuche y que era nieta del gran cacique del lonco Painé. Desde ese momento cambió su
nombre por el de Aimé Painé.
En la Patagonia descubrió que la música mapuche tenía
una verdadera atracción espiritual, que
esa música provenía de la experiencia de cantar en un universo de soledad en el
que se encontraba su tierra natal.
Adaptó canciones
mapuches utilizando el trompe, el
kultrun, los cascawillas, la trutruka y
del kull kull ( instrumentos sagrados mapuches). Cada una de las letras de sus
canciones cuenta una historia de los mapuches-tehuelches, corriendo el velo al
mundo y haciendo conocer siempre la filosofía natural de sus
"hermanos":
Uso su nombre mapuche 'ilegal' y cantó en mapu-dugun, lengua casi extinguida y confeccionó su ropa indígena. Su sola
presencia física fue un reto y una evidencia demoledora.
Luchó por la justicia y libertad de un pueblo mutilado
y expoliado por siglos, con su territorio ocupado, su cultura despreciada y
hasta sus nombres prohibidos, que fueran
reducidos por la fuerza de las armas a una minoría. Este desolador panorama, no
fue suficiente para quebrar su voluntad y su fe en la bondad de la conciencia
humana. Seguramente esa
determinación será, fuente
de inspiración de otras muchachas mapuches, quienes fortalecidas con su
ejemplo, continuaran con la tarea temporalmente inconclusa, la de lograr ser
dueños de su tierra y su destino.
Aime tenía una capacidad vocal como pocos; pero
ello no era suficiente para los sellos discográficos. Durante su trayectoria, no grabó ningún disco. Sería demasiado esperar de
quienes históricamente se han caracterizado por su insensibilidad y desprecio
por los valores culturales autóctonos. Recorría a lo largo y ancho de esa Argentina,
que tanto quería y alternaba con sus hermanos Tobas, Kollas,
Huichi, Piliga, Guarani, etc., llevando el mensaje fraterno y solidario de sus
hermanos mapuches. La pureza de su voz, su determinación, superación y coraje
fue ganando de a poco pero sostenidamente al público y cultivando conciencias
solidarias.
Como toda artista postergada, comprometida con una
causa, siempre rechazó cuando era exhibida
como un elemento folclórico atractivo, en programas incompatibles con sus principios. Su belleza indígena pero también su firmeza ante condiciones de no dejarse utilizar eran
continuamente cuestionadas por los medios de comunicación que la ignoraban.
Participó en un
Congreso con dirigentes de Pueblos y Naciones indígenas del mundo, reunidos en
el Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra,
lo cual la impacto profundamente, comprendiendo que los problemas que enfrentan los pueblos en su lucha por su sobrevivencia eran
comunes. Quedo impresionada de una joven luchadora por los derechos de los
pueblos indígenas de Guatemala, Rigoberta Menchu, quien después sería consagrada Premio Nobel de
la Paz.
Unos días después de cumplir 44 años ,
el 10 de septiembre de 1987, muere Aimé . Estaba grabando un programa para
la televisión en Asunción, Paraguay,
cuando sufrió una hemorragia cerebral. Fue operada de urgencia, pero no obstante los esfuerzos de los médicos por
salvarla, las complicaciones post-operatorias le ocasionaron la muerte. Fue
velada el martes 15 en Buenos Aires y al
día siguiente trasladada a su tierra
natal, en Rio Negro, para darle
sepultura de acuerdo al estilo y tradición de su Pueblo mapuche. Numerosas
fueron las organizaciones tanto indígenas como criollas representadas y
numeroso fue también el publico que se congrego para despedirla .
Su desaparición enlutó a toda la nación Mapuche. Ella,
a pesar de los obstáculos había conquistado un lugar importante en el
ámbito cultural Argentino. Desarrolló
con originalidad la música de su pueblo, resguardando con celo la raíz y peculiaridades
propias de esa cultura ancestral. Como mujer mapuche reflejaba las más genuinas
cualidades de las heroínas de su pueblo y desde Buenos Aires denunció,
reclamó, y conquistó a una sociedad
indiferente, casi siempre hostil a los anhelos de justicia de su Pueblo.
Hoy bibliotecas, escuelas, complejos, coros y calles
de la Provincia de Río Negro homenajean
a esta mujer que llevó la cultura mapuche por todo el mundo. También una imagen
suya integra el Salón de la Mujer en la Casa Rosada . Que importante sería que
pudiera rescatarse el material de Aimé, darlo a conocer por los medios, en los
colegios y que las conciencias despertarán ante tanto exterminio, tanto olvido.
Palabras de
Aime:
"Las abuelas son mis maestras y lo que aprendo se
lo transmito a los niños"
"Nosotros
los mapuches somos una gran familia, hoy dividida por fronteras estatales
impuestas."
"Nos es difícil mantener nuestro idioma por esa
falta de respeto, esa falta de comprensión a una cultura indígena. Cuando nos den el espacio que como seres humanos necesitamos, entonces
creo, que no va ser tan complicado".
"Yo espero
y sueño que alguna vez en Argentina, al igual que otros pueblos, nosotros
Mapuches, también podamos hablar nuestro idioma y sentirnos felices de ser
nosotros mismos",
"Desde la invasión española, que nos quieren salvar,
hoy surgen salvadores por todos lados, mientras nuestro Pueblo sigue de mal en
peor"
"Como es
posible que los siglos de heroica resistencia de nuestros antepasados, por el
cual dieron su vida cientos de miles de personas, se va echar al olvido"?,
"Nuestro Pueblo no ha muerto, aun existe y
seguirá existiendo"
Excelente rescate de una mapuche. Es increíble cómo estos pueblos avasallados mantienen su dignidad a través de personalidades como la de Aimé Painé. Muchas gracias Laura por tu dedicación.
ResponderEliminarGracias Alfa, realmente es impactante que luego de cinco siglos encontremos estas historias de reivindicación de los derechos indígenas. Gracias por leerme.
ResponderEliminarEn realidad no hay datos que corroboren que fue nieta del cacique Painé. Pero gracias por destacar su importancia dentro de la cultura mapuche. Cristina Rafanelli autora del libro "Aime Painé, la voz del pueblo mapuche"
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