viernes, 7 de junio de 2013

La rosa blanca de Stalingrado.

La rosa blanca de Stalingrado. Lidiya Litviak





Uno de los mitos más sobresalientes en la historia cultural de Occidente es la oposición entre mujeres y guerra. Tradiciones como el cuidado de la familia o la fragilidad femenina abonan este mito. Sin embargo, la historia cotidiana muestra que no todos los hombres son personas fuertes y valientes, y que sí lo son muchas mujeres, capaces de soportar castigos físicos, tareas penosísimas, dolores inimaginables. La guerra se aprende, como tantos otros oficios, y aquí el género es irrelevante.
Fue en la Segunda Guerra Mundial cuando se puso de relieve su papel, fundamentalmente como reservistas o como unidades de apoyo  en las fuerzas alemanas y británicas y de la Unión Sovietica.

En la Unión Soviética, precisamente, se destacó la labor de Lidiya Litvyak, quién nació en Moscú el 18 de agosto de 1921. Desde muy joven, Lily demostró un interés inusitado por el mundo de la aviación. Tenía solamente 14 años cuando empezó a recibir clases en un aeroclub particular. Un año después ya piloteaba y pocos años más tarde recibía la licencia de instructora de vuelo.
Cuando Lily tenía 20 años  la Unión Soviética entra en la Segunda Guerra Mundial enfrentando al nazismo alemán. Ella como muchas otras mujeres, no dudaron en ofrecerse voluntarias y alistarse en el ejército haciendo múltiples tareas. Aquellas que conocían el mundo de la aviación formaron el conocido como Grupo Aéreo 122, en el que sólo había mujeres, muchas de las cuales harían importantísimas misiones recibiendo numerosas condecoraciones a lo largo de la Segunda Guerra Mundial.
La joven piloto tuvo que mentir en su historial de vuelo para ser aceptada en la aviación militar debido a su corta edad y falta de experiencia. Al final fue aceptada e inició su participación en el conflicto bélico con un avión de caza Yakovlev Yak.
Lidiya llevó a cabo sus primeras misiones de combate durante el verano de 1942. En septiembre la asignaron ,junto a otras aviadoras a un regimiento masculino corriente que luchaba en Stalingrado, donde estaban sufriendo pérdidas cuantiosas. Allí pilotaba un caza  donde logró derribar sus dos primeras aeronaves enemigas.
 En una oportunidad al hacer caer  un caza alemán  pilotado por un as de la aviación que tenía once victorias a sus espaldas , quién  pudo saltar en paracaídas y fue capturado por las tropas soviéticas, solicitó conocer al aviador ruso que había sido capaz de derribarle. Cuando le presentaron a Lidiya, una muchacha menuda que acababa de cumplir 21 años,  creía que sus captores le estaban gastando una broma.
En febrero de 1943, poco después de la victoria soviética en Stalingrado, Lidiya  fue condecorada con la Orden de la Estrella Roja, ascendida a subteniente y seleccionada para tomar parte en un grupo de táctica aérea de élite. Esto consistía en que dos pilotos de gran capacidad se elevaban para buscar blancos enemigos siguiendo su propio criterio e iniciativa, en vez de hacerlo como parte de una operación más grande y más controlada.
 Derribó sin ayuda cuatro cazas  más, y un bombardero  . Estas hazañas la convirtieron también en un as en solitario, la máxima categoría entre los combatientes del cielo.
El 31 de mayo Lidia se presentó voluntaria para derribar un blanco extremadamente difícil y peligroso: un globo de observación artillera manejado por un oficial alemán. Usando estos globos, el enemigo podía asignar blancos precisos para la artillería desde grandes distancias, causando grave devastación. Muchos pilotos ya lo habían intentado destruir antes que ella, pero todos ellos fueron rechazados por los densos cinturones de fuego antiaéreo que lo protegía. Lidiya implementó una táctica diferente y logró neutralizar el globo dirigido.
 Lily  consiguió derribar hasta 12 aviones alemanes. Ninguna mujer hasta la fecha ha superado esta cifra.
Así, su fama se extendió entre las líneas enemigas que identificaban su avión con facilidad gracias a un lirio blanco pintado en el fuselaje, que de lejos parecía una rosa, origen de su famoso apodo, la Rosa Blanca de Stalingrado.  Nacía la leyenda, entonces, de la muchacha de 21 años que hacía huir a los pilotos nazis en cuanto distinguían aquella flor mortífera pintada .
Tras varios accidentes y múltiples éxitos, Lily Litvak llegó a Comandante del tercer escuadrón, de la 73º Regimiento de la Guardia.  El 1 de agosto de 1943, pilotaría por última vez.
Después de tres misiones victoriosas a lo largo de aquel fatídico día, Lily volvió a salir en su cuarta y última misión. Atacada por sorpresa por varios aviones alemanes, el avión de Lily fue finalmente abatido.

 Su joven y pequeño cuerpo de 21 años no se encontró por mucho tiempo.
Inna Pasportnikova, la mecánica de Lily, pasó muchos años buscando en la zona los restos de su querida amiga. Tras un largo periplo, en 1979 consiguió encontrarla.
 En 1990, el entonces presidente de la URSS, Mijaíl Gorvachov, condecoró a Lily Litvak con la  Estrella de Oro de Heroína de la Unión Soviética.
Lidiya da nombre a una calle de Moscú, tiene un museo y un monumento  en Ucrania, y aparece en el Libro Guinness de récords mundiales. Se la ha incluido también como personaje en diversas series de anime.

 Mas allá de la impresionante historia de Lidiya, sus reconocimientos pre y post morten me pregunto cómo es posible que una joven de apenas 21 años haya vivido esta vida en circunstancias tan excepcionales? Cómo puede ocurrir que tantas mujeres en épocas de guerras a lo largo de la historia, tomen parte de las hostilidades de manera activa, que puedan ser muertas o heridas como población civil, violadas por  fuerzas de ocupación, convertidas en huérfanas, viudas o mujeres que pierden a sus hijos, desplazadas de su territorios? Que motivaciones ha tenido la humanidad para que esto ocurra?
La guerra es un término que está íntimamente relacionado con la historia del hombre. Es la continuación de la política por otros medios. Constituye un caos provocado, con el propósito de controlar recursos naturales, por razones religiosas o culturales, por mantener o cambiar las relaciones de poder, para dirimir disputas económicas o territoriales.
 Guerra es desolación, es espanto, es desgracia. Guerra es muerte.

La guerra.

La guerra tiene labios azulados,
ojos de soledad, carne de frío,
campos de noche eterna, gesto airado,
inviernos sin otoño y sin estío,
la guerra...
tiene niños asombrados,
manitas de miseria y extravío,
cierzos que cortan vidas y sembrados,
grises atardeceres, sol sombrío,
la guerra...
tiene dientes afilados,
cuchillos de acerado desafío,
boquitas de hambre triste y rostro helado,
inmensa podredumbre hacia el vacío,
la guerra...
tiene el ceño ensangrentado,
harapos y negrura de atavío,
alaridos sin nombre y sin soldado,
desbordadas las venas, turbios ríos.

La guerra...,
sal en la herida abierta de la tierra

Poema de Antonia Álvarez Álvarez .


8 comentarios:

  1. ¡Otro estupendo rescate de tu parte, Laura! La Rosa Blanca de Stalingrado, tiene una mirada que despide fuego.

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  2. Gracias Alfa !!!!!! Siempre participando amiga !!!!!

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  3. Increíble historia! No tenía ni idea! Esto sólo demuestra que cuando queremos, las mujeres, lo hacemos. No importa la época ni las circunstancias. No hay excusas.

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  4. Gracias Violante ! tengo una columna en el diario donde rescato la vida de estas increibles mujeres que a veces no son tan conocidas. Imagina, esta practicamente niña de 20 años, enfrentando a los cazas nazis. Increible !

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  5. ¡que buenas preguntas planteas Laura! Me encanta seguirte. Al igual que Alfa agradezco el rescate y la parte final con tus reflexiones y el poema es lo mejor.

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  6. Maimcu: Gracias, me encanta que participen todos mis amigos . Tratando de mejorar cada día !!!! Gracias, gracias.

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  7. El gesto adusto y la mirada aguda...,deploro la guerra, pero admiro la valentía de la mujer en general , siempre defienden como leonas las injusticias o pelea por lo suyo mejor que el hombre, resisten mas, el desafío les da mas valor.
    Gracias por esta nota , no conocía a la protagonista y su historia tan valerosa.....

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  8. Yo tampoco conocía su historia. Esto de buscar material para las notas del diario me permitió conocer estas mujeres tan increíbles. La rosa blanca de Stalingrado, todo un hallazgo . Gracias Alejandro.

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