martes, 28 de enero de 2014

Pussy Riot



Pussy Riot es un colectivo ruso de punk-rock feminista, que pone en escena actuaciones extemporáneas de provocación política sobre temas como la situación de las mujeres en Rusia y, más recientemente, en contra de la campaña electoral del primer ministro Vladímir Putin a la presidencia del país.
Los miembros del grupo acostumbran a ponerse en sus representaciones vestidos de colores llamativos y ceñidos. Cubren sus caras con pasamontañas, tanto en sus actuaciones como durante las entrevistas, en las cuales usan pseudónimos. El colectivo está compuesto de 10 intérpretes, y aproximadamente 15 personas que se ocupan de aspectos técnicos del rodaje y edición de vídeos que suben a Internet.
Entre sus influencias musicales, el grupo cita a bandas de punk-rock y expresan :«Nos caracteriza la imprudencia, letras con carga política, la importancia del discurso feminista y una imagen femenina no convencional». Una de sus principales características es la realización de happenings (acciones artísticas) callejeros y conciertos de protesta .

Detenidas.
El 21 de febrero de 2012, como parte de sus acciones contra la reelección de Vladímir Putin, tres mujeres del grupo entraron en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú de la Iglesia ortodoxa rusa, hicieron la señal de la cruz, una reverencia ante el altar, y empezaron a interpretar una canción.
En la canción, el grupo pedía a  la Virgen  que «echara a Putin». La canción también habla del  patriarca ruso, Cirilo I, como alguien que cree más en Putin que en Dios. Un minuto después fueron detenidas por guardias. La grabación de la performance fue usada posteriormente para crear un video-clip de la canción.
El 3 de marzo de 2012, María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova, dos miembros de Pussy Riot, fueron arrestadas por las autoridades rusas y acusadas de vandalismo. Al principios, ambas negaron ser miembros del grupo e iniciaron una huelga de hambre en protesta por ser encarceladas y apartadas de sus hijos hasta el inicio de juicio en abril. El 16 de marzo otra mujer, Yekaterina Samutsévitch, que había sido antes interrogada como testigo del caso, fue igualmente arrestada y acusada.

Juzgadas.
El 4 de julio se presentaron  cargos formales contra ellas. Ese mismo día se les notificó sin previo aviso que tenían  5 días de plazo para preparar su defensa . En respuesta, anunciaron una huelga de hambre alegando que era un plazo de tiempo inapropiado . El 21 de julio el tribunal amplió su prisión preventiva durante seis meses más.
Maria Aliójina, 24 años, es estudiante de cuarto año de periodismo en Moscú. Tiene una historia de voluntaria y activista con Greenpeace Rusia. Es madre de un hijo pequeño. Desempeñó un papel activo durante el juicio: repreguntando a los testigos y cuestionando agresivamente la naturaleza de los cargos y del procedimiento.
Yekaterina Samutsévich, 30 años, ingeniera, especialista en informática y fotógrafa.
Nadezhda Tolokónnikova, 24 años, es  estudiante de Filosofía en la Universidad Estatal de Moscú con una historia de activismo político con un grupo de arte en la calle Voiná. Está casada y tiene una hija de 4 años.
Las tres fueron sentenciadas el 17 de agosto de 2012 a dos años de prisión. El juez afirmó que habían socavado el orden social con su protesta mostrando una absoluta falta de respeto a los creyentes. Tolokónnikova replicó que «la sentencia es un síntoma claro e inequívoco de que la libertad está desapareciendo de nuestro país». Oficialmente, el cargo por el que fueron encarceladas es “vandalismo e incitación al odio religioso”. Defensores y críticos de la banda acudieron a manifestarse por la sentencia. Serguéi Udaltsov, uno de los líderes de la oposición a Putin, fue detenido mientras se manifestaba en apoyo de la banda. El excampeón mundial de ajedrez Gari Kaspárov, que pretendía asistir a la lectura de la sentencia, fue arrestado y golpeado.
Los abogados defensores afirmaron que apelarían la sentencia, aunque veían pocas posibilidades de que fuera anulada ya que bajo ninguna circunstancia las chicas pedirían perdón a Putin . La Iglesia Ortodoxa Rusa comunicó que aunque las acciones de Pussy Riot eran ofensivas para millones de personas, la iglesia hacía un llamamiento a las autoridades estatales para que mostraran clemencia con las condenadas dentro del marco de la ley con la esperanza de que se abstengan de repetir actos blasfemos.
Amnistía Internacional calificó la condena como un golpe amargo contra la libertad de expresión. Human Rights Watch, afirmó que “los cargos y el veredicto [...] distorsionan los hechos y la ley [...] Estas mujeres nunca deberían haber sido acusadas de un delito de incitación al odio y deberían ser liberadas inmediatamente”. Fueron consideradas presas de conciencia.

En libertad.
 Yekaterina Samutsévich tuvo suerte. En octubre de 2012 salió bajo libertad condicional, ya que su abogada demostró  que su defendida apenas participó en el evento, ya que llegó tarde al mismo. Sin embargo, la Justicia no declaró su inocencia.
Casi al término de su condena, las dos artistas y activistas restantes fueron beneficiadas con una amnistía generalizada aprobada por el Poder legislativo ruso tres días antes de su salida, medida rechazada por  ellas, ya que la consideran una movida propagandista para evitar problemas, con miras a la celebración de las Olimpiadas de invierno a realizarse en 2014 en una ciudad rusa.
Las primeras palabras al salir de la cárcel de Nadezhda  y Maria  fueron “Queremos echarlo” en referencia a Putin. Esto ocurrió el día 23 de diciembre de 2013.
La declarada rivalidad entre el grupo y Putin continuará este año, aunque en una arena diferente: las dos  Pussy Riot liberadas anunciaron  que dejarán la música para dedicarse a defender los derechos humanos en las cárceles rusas, pero seguirán fieles a su plegaria: “Madre de Dios, echa a Putin”.
“No tenemos intención de dar ningún concierto. Nos dedicaremos a defender los derechos humanos en el sistema penitenciario ruso. Las mujeres que están en prisión no tienen a nadie más”, afirmó Aliójina en una rueda de prensa ofrecida el 27 de diciembre.
“Este proyecto comenzó hace tiempo, cuando empezamos a dedicarnos a la defensa de los derechos humanos en las prisiones donde cumplíamos condena”, explicó Tolokónnikova. Si bien todavía no disponen del financiamiento para seguir el proyecto, contarán con la ayuda del líder de la oposición rusa,  Alexéi Navalni.
 La condena a las Pussy Riot hizo famoso al colectivo, tanto en Rusia como  en el extranjero, donde  le costó una importante pérdida de imagen al gobierno ruso.  El paso por prisión de estas jóvenes rebeldes contribuyó a denunciar las precarias condiciones carcelarias en Rusia. Su trabajo futuro por los derechos humanos tendrá a partir de ahora trascendencia internacional.
 Aunque los enemigos de la cultura mueran y los tiempos cambien, parece que la censura queda para siempre.


4 comentarios:

  1. Vaya, pues hoy si que me descubres algo nuevo.
    Voy a youtube porque lo que cuentas suena interesantísimo, me falta completarlo
    Besos

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  2. Gracias Mientras Leo ! Si buscas en youtobe las encuentras. Y también si Googleas encuentras mucha información interesante !!!!

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  3. Laura, me encantó como explicaste el terrible atropello de libertad de expresión que sufrieron. No tenía tantos datos. Gracias por ilustrarme.

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  4. Antonia, haz visto como los medios de comunicación nos ocultan estos hechos tan relevantes. En Google, encuentras mucha información. Un beso.

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