martes, 11 de febrero de 2014

Michelle Bachelet.


Verónica Michelle Bachelet nació Santiago de Chile el  29 de septiembre de 1951.  Tuvo una infancia trashumante debido a la profesión de su padre; general de brigada de la Fuerza Aérea Chilena. Entre 1962 y 1963 residió con su familia en Estados Unidos. Acabó su formación secundaria en Santiago y en el año 1970 ingresó en la Facultad de Medicina, al tiempo que comenzaba a militar en la Juventud Socialista . Eran los días del gobierno de la Unidad Popular  de Salvador Allende.

La dictadura y el exilio.

  El mismo día del golpe de estado, el 11 de septiembre de 1973, su padre,  fue detenido acusado de traición a la patria. Apresado y torturado, murió seis meses después en la cárcel.
   Michelle pasó a la clandestinidad y también fue detenida, junto a su madre.  Soportó  apremios de agentes de la DINA en los centros de detención Villa Grimaldi y Cuatro Álamos. En 1975, ambas fueron expulsadas del país. Vivieron el exilio en Australia y Alemania, donde Michelle continuó sus estudios de Medicina y se casó con el arquitecto chileno Jorge Dávalos con quien tuvo a sus dos hijos mayores. Más tarde tuvo una tercera hija, Sofía. En Berlín pudo Michelle continuar sus estudios de Medicina, y a su regreso a Chile en 1979, volvió a las aulas de la Escuela de Medicina de Santiago. Se licenció como médica cirujana en 1982, pero su solicitud para cubrir una plaza en el Sistema público de Salud fue denegada por razones políticas. Una beca de formación le permitió, en los cuatro años siguientes, especializarse en pediatría y Salud pública. No abandonó su activismo político y trabajó en una ONG de protección a la infancia, que ejercía labores específicas con los hijos de detenidos y desaparecidos.
 Se sumó a diversos movimientos contra  la dictadura de Augusto Pinochet y con el retorno de la democracia, desarrolló una carrera política de bajo perfil,  hasta que asumió el cargo de ministra de Salud durante el gobierno de Ricardo Lagos  en 2000. En 2002, asumió como ministra de Defensa. Para las elecciones presidenciales de 2005 es designada como la candidata presidencial de la Concertación de Partidos por la Democracia, las cuales ganó el 11 de diciembre de ese año y el 15 de enero de 2006 en primera 
y segunda vuelta, respectivamente.

La Presidencia.

Michelle asumió como presidente de Chile el 11 de marzo de 2006, siendo la primera mujer en la historia del país en ocupar ese cargo. A pesar de sus altas cifras de popularidad al inicio de su mandato, éstas bajaron a mediados del mismo ya que hubo algunos episodios que se fueron conjugando para ello.
 La Revolución Pingüina, llamada así debido al tradicional uniforme utilizado por los estudiantes, en la que más de 100.000 estudiantes de más de cien colegios del país se movilizaron antes de un paro nacional de estudiantes, el cual habría contado con una adhesión de más de 600.000 escolares, convirtiéndose en la mayor protesta de estudiantes en la historia de Chile. También la crisis del Transantiago que debido a  una serie de problemas de planificación, diseño e implementación del transporte, generó un colapso  en la ciudad. La  popularidad de Michelle bajó por sobre el 40% de aceptación, siendo el nivel más bajo alcanzado por un gobierno desde el retorno a la democracia.
 Su mandato debió enfrentar la crisis económica mundial de 2008, repuntando sus cifras de popularidad gracias a la evaluación positiva que los chilenos hicieron finalmente respecto de su gestión. A nivel internacional, Bachelet generó gran repercusión durante su mandato por su aporte al mercado de las ideas principalmente relacionado con políticas de protección social en un contexto de apertura de mercados.
Tras su mandato, Bachelet asumió como secretaria general adjunta de las Naciones Unidas, alcanzando así el rango más alto dentro de la jerarquía administrativa del organismo mundial tras el de secretario general. Bachelet se mantuvo como una de las figuras políticas mejor evaluadas por la ciudadanía chilena , lo que motivó el regreso a su país en marzo de 2013.
Bachelet fue electa, nuevamente, en primarias como candidata a la presidencia para las elecciones de 2013 por el pacto Nueva Mayoría, que integra a los cuatro partidos de la Concertación. Tras recibir el 46,70% de los votos en primera vuelta, Michelle derrotó a la candidata oficialista,   Evelyn Matthei en segunda vuelta el pasado diciembre, donde obtuvo el 62,16% de las preferencias válidas. Bachelet asumirá nuevamente la presidencia  el 11 de marzo de 2014.

El futuro.

Hoy, con la promesa de reformar el sistema educativo de manera radical, Michelle consolidó el apoyo de un amplio sector de la juventud, pero también asumió un compromiso que, de no cumplirlo, le podría significar un enorme costo político.
  La educación, en Chile, ha sido un tema de debate público y de movimientos sociales de enorme magnitud. El sistema impuesto por la dictadura y consolidado durante las siguientes administraciones, privilegió una visión mercantilista sobre lo que tradicionalmente fue un derecho de toda la población. La educación gratuita, de acuerdo con Bachelet, será una de sus metas junto con la ampliación de cobertura en niños pequeños y la creación de universidades estatales en las provincias.
El planteamiento de su candidatura incluye el financiamiento estatal  a las instituciones sin fines de lucro y la eliminación de la administración municipal de la educación para centralizarla en un servicio nacional único, que establezca las normas y procedimientos del sistema educativo.
También se ha comprometido a que el Estado chileno respete los convenios con la OIT, evitando los reemplazos de trabajadores durante episodios de huelgas, lo cual podría representar un frente de fuerte oposición por parte de las grandes empresas, las más afectadas por conflictos laborales.

Pero el  mayor desafío es la prometida reforma a la Constitución. La Constitución actual, elaborada durante la dictadura pinochetista, impide la participación de nuevas fuerzas políticas y resguarda los espacios de la derecha radical. El escenario, entonces, deberá ser de diálogo y consensos pero con alta demanda de manejo político y habilidad para negociar. De modo que el desafío a que se enfrenta no es menor. El pulso político de Michelle y la gran conjunción de variables que se ponen en juego para que una gestión presidencial sea exitosa posibilitarán, tal vez, que estas prácticas democráticas puedan instalarse finalmente en la República de Chile.

7 comentarios:

  1. Hola, Laura, ... muy buenas entradas en tu blog.
    ¡Saludos!

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  2. Gracias Lucho !!!!! Un gusto para mi que me leas. Un saludo !!!!

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  3. Escribió Susana Bintana. Un ejemplo!!! Michelle Bachelet ejerció una presidencia donde hasta los mismos opositores reconocieron su inteligencia para llevar adelante su gestión en momentos difíciles. Con un pasado complicado a nivel personal, supo sacar de el enseñanzas . Le deseo el mayor de los éxitos. Chile lleva desde hace años políticas a largo plazo que siguen a pesar de los cambios gubernamentales. Deberíamos tomar su ejemplo. Paises como los nuestros que borran de un plumazo lo que hacen los anteriores o desmerecen o boicotean lo que hace la oposición. Suerte Michelle !!!

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  4. Suerte SEÑORA BACHELET, demostró que se puede y deseo que cumpla Ud. este nuevo mandato en forma exitosa.Chile necesita que se incluya a todo el pueblo.Sería de desear que se termine la tajante diferencia que existe en el presente.
    Nuevamente Laura , una nota completa y actual.

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  5. Gracias Alejandro, realmente, Michelle, se merece toda la suerte y el acompañamiento de América Latina ojalá pueda !!!!

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  6. Gracias, Laura por tu artículo. Hay que desearle, como a cualquier gobernante, que acierte en sus decisiones en beneficio de su pueblo. Ojalá sea así. Saludos.

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  7. Gracias, José Luis, es muy deseable que tenga un buen gobierno. Su desafío es muy grande !

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