“La
ficción ingresa temprano en nuestras vidas. Comprendemos precozmente, que hay
ocasiones
en
que las palabras no se usan sólo para hacer que sucedan cosas -para mandar,
para dar órdenes o para decir cómo es el mundo -para describir, para explicar-,
sino para construir ilusiones. Basta con haber oído una sola canción de cuna o
una sola deformación cariñosa del propio nombre para saber que a veces las palabras hacen
cabriolas y se combinan entre ellas para formar dibujos con el solo propósito,
al parecer, de que se las contemple maravillado.” Graciela Montes.
La
relación de los niños con la literatura comienza con las
canciones de cuna que nace desde lo emocional, de la necesidad de estrecharse con el bebé para sentirlo y dejar que él comparta las emociones del adulto que lo mece.
canciones de cuna que nace desde lo emocional, de la necesidad de estrecharse con el bebé para sentirlo y dejar que él comparta las emociones del adulto que lo mece.
Esta
iniciación a la palabra poética seguirá su rumbo a medida que el niño crece y
toma contacto
con
libros de cuentos, poemarios, cancioncillas, rimas, títeres, etc
La literatura es una forma del lenguaje que no
puede ser aprisionada en ninguna frontera, justamente porque está ubicada en el
límite, en la ruptura, en el juego y la trasgresión.
Construir
imaginarios, fundar ciudades libres, hacer cultura,
recuperar el sentido, no dejarse
domesticar, volver a hacer gestos, a
dejar marcas, nos permite aprovechar que al lobo se le ha hecho tarde para
jugar un buen juego o dejarse entibiar por un rayo de sol antes de que se lleguen
la noche y el silencio.
Los
niños se relacionan con la literatura como parte de una actitud lúdica en el
mundo, que está
presente
en la voz de la maestra, de la abuela, o en un film, o en un libro con imágenes.
Desde esta concepción la literatura infantil
en la escuela se aparta de cánones
didactistas o moralizantes ( o sea no se la utiliza para enseñar contenidos de
otras áreas o para enseñar “valores”) sino para provocar placer, estimular el
deseo de leer.
La responsabilidad de la escuela es garantizar,
entonces, a todos los niños una rica interacción con textos literarios de
calidad y la tarea del docente es trabajar de manera
sistemática para asegurar los aprendizajes que inicien o continúen su formación como lectores. El docente habrá de ser un mediador entre los textos literarios y los niños.
sistemática para asegurar los aprendizajes que inicien o continúen su formación como lectores. El docente habrá de ser un mediador entre los textos literarios y los niños.
En
Argentina poseemos autores de literatura infantil, que posibilitan esta
interacción entre los niños y los buenos textos. Ricardo Mariño, María Elena
Walsh, María Granata, Adela Basch, Elsa Isabel Bornemann entre otros han
escrito poesías, cuentos, novelas cortas, disparates, libros con o sin imágenes
de excelente calidad y que deberán ser los que los adultos compran o regalan a
los niños para relacionarlos con la buena literatura.
Hace
unos días falleció Elsa Isabel Bornemann, ícono de la literatura infantil y juvenil en
la Argentina y también en América latina.
Ella se destacó por su poesía, por sus cuentos
y su narrativa; fue una gran defensora de la literatura infantil en épocas
donde se la consideraba un género menor.
Autora
de Un elefante ocupa mucho espacio , este cuento infantil censurado en el 76
porque hablaba de una huelga de animales, le valió el ingreso a Lista de Honor
del Premio Hans Christian Andersen, el más importante del globo en el área
infantil por primera vez para un
escritor argentino, al considerárselo un ejemplo de la literatura de
importancia internacional.
Sus
preciosas poesías, han sido leídas a los niños en todas las salas de Jardines
de Infantes y aulas de Escuelas Primarias. Ay que disparate, se mató un tomate…..
es un clásico que todos los niños disfrutan.
También le gustaba escribir al "vesre" (al
revés) poesía de la que disfrutan los más pequeños. O en una especie de
jeringoso mezclado, como hizo con Una mañánica de primavérica, hallé una láuchica
en la verédica... Una delicia para los más chicos ¡!!!!!!
El
libro de los chicos enamorados escrito por Elsa es otra obra sublime de la
literatura infanto juvenil, premiado en muchos países del mundo.
El niño envuelto, ¡Nada de tucanes!,
¡Socorro!, A la luna en
punto, Corazonadas, Cuadernos de un delfín, Cuentos a salto de canguro, Disparatario, El espejo distraído, La edad del pavo, Lisa de los paraguas, Los desmaravilladores, Los Grendelines, Mini-antología de cuentos tradicionales, No hagan olas, No somos irrompibles, Palabracalabra 1 y 2, Queridos monstruos, Sol de noche y Tinke-Tinke son obras que los niños pueden tener en sus hogares para deleitarse junto a sus padres con la poesía y la prosa de Elsa Bornemann.
punto, Corazonadas, Cuadernos de un delfín, Cuentos a salto de canguro, Disparatario, El espejo distraído, La edad del pavo, Lisa de los paraguas, Los desmaravilladores, Los Grendelines, Mini-antología de cuentos tradicionales, No hagan olas, No somos irrompibles, Palabracalabra 1 y 2, Queridos monstruos, Sol de noche y Tinke-Tinke son obras que los niños pueden tener en sus hogares para deleitarse junto a sus padres con la poesía y la prosa de Elsa Bornemann.
Para
los niños mayores y adolescentes Elsa escribió libros de terror donde propone
historias con
todos los ingredientes de la temática y del género, incluso sabiendo -o intuyendo- que
sus lectores no podrían elaborar de inmediato la emoción generada a partir de
la lectura, con frecuencia sus cuentos
de terror terminan de una manera angustiante sin buscar el lugar común del
'final feliz'. Con esto la escritora invitaba a su público a procesar sus
temores hablando de ellos con sus pares y con los adultos, enterarse de que son
compartidos y con la convicción de que la única forma de conocerlos y
superarlos es enfrentarlos…".
Elsa
Bornemann siempre fue querida, por niños, padres y maestros, y supo sostener y
responder a esos sentimientos. Cuando se presentaba en público todo era alegría
y largas colas para verla; conversaba horas con todos los chicos, sabía generar
un sentimiento de complicidad y amistad que superaba el ámbito de las
presentaciones.
Querida Elsa, descansa en paz. Tus libros
seguirán en las manos de los niños por siempre.
Puentes.
Yo
dibujo puentes
para
que me encuentres:
Un
puente de tela,
con
mis acuarelas...
Un
puente colgante,
con
tiza brillante...
Puentes
de madera,
con
lápiz de cera...
Puentes
levadizos,
plateados,
cobrizos...
Puentes
irrompibles,
de
piedra, invisibles...
Y
Tú...¡Quién creyera!
¡No
los ves siquiera!
Hago
cien, diez, uno...
¡No
cruzas ninguno!
Más...
como te quiero...
dibujo
y espero.
¡Bellos,
bellos puentes
para
que me encuentres!
Estupenda escritora que vivirá para siempre en el corazón de todos. Gracias por recordarla.
ResponderEliminarGracias Alfa, es muy importante difundir la obra de Elsa, para que no se pierda, para que todos los niños puedan disfrutar de sus cuentos y poesías.
ResponderEliminarTuve el privilegio de escuchar una charla de Elsa cuando en el año 1978 cursaba 2º año del secundario. También compañera y amiga de su hija Isabel que cursaba con nosotros en el mismo colegio que invitó a su madre a dar una charla. Yo tenía ya leído algo de ella, así que además de jugar con Isa, ya la conocía como escritora. Recuerdo la emoción que me causó su charla, por lo amena y entusiasta. Se tomó el tremendo trabajo de dejar para cada nivel de toda la escuela y cada grado o curso, una inmensa lista de libros de grandes y pequeños autores para que los chicos puedan elegir algún libro acorde a su edad. Creo que todavía guardo la lista de mas de 200 títulos que la profesora de Literatura nos repartió a todos, con la siguiente consigna: "Tiene todo el año escolar para leer mínimo 50 libros de la lista. a fin de año tomo prueba de lo leído"...Obviamente no había que empujarme a mí para que leyera, en mi caso si hubiera dicho "todos los libros", hubiera sido lo mismo, aunque no para el bolsillo de mi padre. Leímos tanto ese año...! Los conseguíamos de la biblioteca del colegio, algunos los compraban y nos los pasábamos...en fin, todo gracias a Elsa Isabel Bornemann y al cole también...No tengo idea de la cantidad qué leí...no los conté y como dije no todos quedaron en mi casa... Varios de mis compa leían porque pensaban que con una prueba a fin de año de lo leído, podían levantar el promedio. No era mi caso. Y sí, mas de un tizaso me ligué cuando llegando fin de año le preguntaba a la profesora cuándo tomaba, para mí, la esperada prueba...Muy desalentada a fin de año, al ver que los días pasaban y la prueba no se tomaba, me acerqué otra vez a la profesora. Fría me quedé cuando me dijo que no habría prueba. Lo único que esperaba ella era que leyéramos. Vio mi desilusión y sí, la desesperación de algunos compañeros que estaban a punto de ir a examen que la prueba quizás los podía "salvar"...Pues entonces tomó mi esperada evaluación. Quería contar todo lo sembrado en mí con lo leído...La consigna para la evaluación: "Saquen una hoja. Nombre apellido, curso y escriban todo lo que quieran de los libros leídos, escriban correctamente los apellidos de los autores"...Eso fue todo...Bueno, empecé a escribir como descocida una, dos, tres...creo que llegué a pedir prestado hojas....Las dos horas se pasaron mas que volando y entregué mi evaluación...Al ver la cantidad de hojas, me miró por encima de sus anteojos y me dijo: Veo que le gusta leer (mi apellido), la felicito. Veremos qué ha leído." Y haciendo este pequeño cuento mas corto, te diré Laura, que ni calificó las pruebas ni mencionó nada ...No hubo ni un ¿Cuál les gustó mas?...Pero la semilla lectora que Elsa con su charla y su lista de libros escrita a máquina de escribir...creció y se multiplicó. Nunca la olvidaré y sí...luego como maestra Elsa me ayudó a enseñar la magia de la lectura con mis alumnos...Un beso grande,Laura.
ResponderEliminarMaría gabriela
María Gabriela, gracias por dejar este testimonio aquí, que historia la tuya con la literatura !!!! Y haber conocido a Elsa !!! Muy bueno tu aporte !!!!
ResponderEliminarNo he leído nada de esta autora será una de mis próximas lecturas.
ResponderEliminarHola Oliva: Espero te guste, es para niños y adolescentes. Un beso.
ResponderEliminarSu muerte me afectó aun más que la de María Elena Walsh, probablemente porque en mi hogar yo era quien tenía mayor relación con esta autora. Recuerdo las noches de verano de dormir con la luz encendida porque esta autora había logrado que me recorrieran varios escalofríos y se internaran en mi mente muchas ideas tenebrosas. Es maravilloso el poder que tienen las palabras que salieron de su pluma.
ResponderEliminarBesos, es una hermosa entrada. Ojalá sus historias siempre sigan vigentes.
Gracias Lulu, por compartir tus vivencias respecto a Isabel. Yo la conocí ya siendo estudiante de Maestra Jardinera. Acompañó a mis alumnos en todos mis años de docente. Saludos, gracias por pasarte por el blog.
ResponderEliminarUna de mis escritoras preferidas de mi niñez!!! Todavía tengo una copia de Disparatario que me regalaron allá por la década del 80. La encuadernación era mala, se le salen las hojas pero yo todavía lo guardo con mucho cariño. También leí Un elefante ocupa mucho espacio y un libro de cuentos que me prestaron y no recuerdo el nombre pero tenía cuentos de terror y otros relacionados con leyendas japonesas. Besos!!!
ResponderEliminarGracias Sol, por leer esta entrada, que es una de mis preferidas, cada libro de Elsa es un tesoro. Saludos.
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