En el año 1984 se rodó la pelicula Camila. Dirigida por María Luisa Bemberg, fue nominada al Oscar
a la mejor película extranjera. Susú Pecoraro e Imanol Arias encarnaban a los
protagonistas. De ese modo una gran cantidad de público se acercaba a la
historia de Camila O`Gorman. Terrible y triste historia producto de un época y
un contexto que llevo del amor a la tragedia a esta bella pareja.
Camila.
Camila O'Gorman nació en Buenos Aires en 1825 , de una familia
aristócrata . Era la hija menor de
Adolfo O'Gorman (natural de la Isla de Francia) y Joaquina Ximénez Pinto (porteña).
Dos de sus hermanos, como era típico de las familias poderosas en la Argentina
post-colonial, se embarcaron en respetables carreras en la sociedad argentina.
Uno, Eduardo O'Gorman, buscó una posición en la Orden Jesuita, mientras que el
otro, Enrique O'Gorman estuvo al frente de la policía y fue eventualmente el
fundador de la Academia de Policía de Buenos Aires. Camila era considerada un
baluarte de la sociedad porteña. Asistía con frecuencia en fiestas formales en
la sede del gobernador, Juan Manuel de Rosas.
Era amiga íntima y confidente de la hija de Rosas, la muy popular Manuelita.
El amor y el escándalo.
A los 18 años, Camila conoció al padre Ladislao Gutiérrez, un
sacerdote jesuita que había asistido al seminario junto a su hermano. El padre
Gutiérrez provenía de un entorno similar (su tío era el gobernador de la
provincia de Tucumán). Había sido nombrado párroco de la familia O'Gorman, y
pronto comenzó a ser invitado a la propiedad familiar. Camila y Gutiérrez comenzaron
rápidamente un romance clandestino.
¿De quien fue la “culpa”? ¿ De la “libertina” muchacha sospechosa para
la Iglesia por el simple hecho de ser mujer y por lo tanto portadora histórica
de la “tentación demoníaca” que hace sucumbir a las pobres víctimas masculinas?
¿O fue el “desleal” padre Gutiérrez quien planeó aquel terrible acto de
libertinaje, para la época?
En 1847, Camila y el padre Gutiérrez se fugaron a caballo y se
refugiaron en la provincia de Corrientes (entonces bajo el control de opositores
a Rosas), en la ciudad de Goya. Él se
hacía llamar Máximo Brandier y ella, Valentina Desan y decían venir de Salta,
donde se dedicaban al comercio. Fundaron la primera escuela de Goya en su
propia casa y daban cariño, cobijo y todo lo que sabían a decenas de niños de
la zona. Tanta era la demanda que debieron mudarse dos veces a casas más
grandes para albergar a más alumnos. Intentando vivir con naturalidad su amor.
Cuando el escándalo se hizo público,
algunos sugerían que Camila había
sido secuestrada. Los oponentes políticos de Rosas exiliados, incluyendo al
futuro presidente Domingo Faustino Sarmiento, declararon que la tiranía de
Rosas era culpable de corromper la moral de la mujer argentina.
Prisión y fusilamiento
En agosto del año 1848 fueron
arrestados por un sacerdote irlandés llamado Michael Gannon. Camila negó haber
sido violada y afirmó ser la iniciadora del romance y la ideóloga de la fuga.
O'Gorman y Gutiérrez fueron llevados nuevamente a Buenos Aires para ser
juzgados. Ante el clamor popular contra la violación de los votos de castidad
del sacerdote y la mala reputación que se temía atrajera sobre la comunidad
irlandesa, Rosas ordenó que fueran fusilados, lo que se cumplió poco tiempo
después, en la mañana del 18 de agosto de 1848 en el Cuartel General de Santos
Lugares. (actualmente localidad de San
Andrés, General San Martín).

Algunas versiones posteriores, luego reiteradas en novelas y películas, pretendieron que Camila
estaba embarazada de ocho meses cuando fue fusilada junto a Ladislao, pero no
existe registro, ni relato de testigos
presenciales ni fuente histórica alguna que lo fundamente, y mucho menos con un
embarazo tan avanzado y evidente, que
probablemente habría llevado a desistir del cumplimiento de la sentencia. Con todo,
debe señalarse que en las memorias del Comandante de Santos Lugares, Antonino
Reyes, se dice que Camila había declarado que estaba embarazada (aunque su
embarazo no estaría muy avanzado), y que el padre Castellanos antes de su
fusilamiento, le dio a beber agua bendita para bautizar la criatura.
Algunos autores afirman que ninguna ley del derecho argentino o del
derecho heredado de España autorizaba la pena de muerte por los actos
cometidos, y que Gutiérrez debía ser entregado a la justicia eclesiástica,
donde como autor del rapto sin violencia era pasible de la pena de confiscación
de bienes conforme a las leyes eclesiasticas y por tratarse de un clérigo
liviano debía ser castigado con degradación y destierro perpetuo. En cuanto a
Camila, debía solamente ser enviada a su propia casa. Otros autores, en cambio,
afirman que las leyes vigentes sancionaban lo que se consideraba como sacrilegio con la pena de muerte.
Amor y política.
Este hecho fue uno de los que precipitó la caída de Juan Manuel de Rosas. Como
siempre ocurrió y ocurrirá en la política se utilizó esta historia para
desestabilizar un gobierno al que se
odiaba. Primero, exigiendo mano dura, y luego alzando la voz contra esa mano
dura que se había pedido.
Alfredo Saldías resume “Esta ejecución bárbara que no se excusa, ni
con los esfuerzos que hicieron los diarios unitarios para provocarla, ni con
nada, sublevó contra Rosas la indignación de sus amigos y parciales, quienes
vieron en ella el principio de lo arbitrario y atroz en una época en que los
antiguos enemigos estaban tranquilos en sus hogares y en que el país entraba
indudablemente en las vías normales y conducentes a su organización”